CENTRAL CORDOBA 3 -
GENERAL LAMADRID 1
Si bien una tarjeta amarilla ni bien empezado el partido condiciona a cualquier equipo, mucho más condicionamiento se sufre cuando a los 15’ ya se tiene un penal en contra (que terminó en gol) y un expulsado.
De allí en más Lama trató de hacer lo que podía para poder emparejar y que el local no aumentara. Pero no tuvo la profundidad necesaria para lograr ese objetivo.
Aunque lo de Central Córdoba no fue un rendimiento superlativo, tuvo la pelota y estiró la diferencia a 3 mientras Lamadrid se debatía en su impotencia.
Cerca del final, tras un corner desde la izquierda, Campostrini de cabeza achicó el marcador, cuando ya no había tiempo para revertirlo.
*Así lo vio Sebastián Crosta:
“Fue caída con una opaca imagen.
Lamadrid soportó una derrota dura, más desde el resultado que del propio rendimiento, aunque cierto es que en un partido de tono menor por momentos, Central Córdoba golpeó con mayor contundencia y supo aprovechar sus circunstancias favorables.
De entrada, un puntilloso arbitraje de Guido Mascheroni lo cargó de dos amarillas al Carcelero. Y además la mano de Canosa con la "bendita" interpretación del reglamento, lo dejó con diez hombres, penal y gol en contra. Demasiado.
Y le faltó llegada al equipo para sobreponerse y buscar el empate.
Sostenía el partido con el 0-1, pero nunca se acercó a empatarlo.
Quedó 0-3 con sus habituales desorganizaciones defensivas, y decoró el resultado al final.
Derrota que lo obliga a reponerse, sumando de local para pasar el mal momento.
El árbitro Guido Mascheroni fue muy quisquilloso al comienzo, luego disminuyó su protagonismo en el partido.
Como figura de Lama me quedo con Claudio Campostrini. Por el cabezazo y el gol, nomás”.
“Otra vez Lamadrid sufrió una expulsión durante el primer tiempo que lo complicó todo el partido.
Hasta los 15 no se sacaron muchas diferencias, incluso había intentado un poquito más, pero tras la doble amarilla de Canosa y el penal a favor de Central Córdoba todo fue cuesta arriba para el equipo Carcelero.
No por méritos del rival, que tuvo la pelota y la manejó como quiso pero sin generar mucho peligro, sino por las circunstancias que pesaban en los ánimos de los jugadores, viéndose abajo en el marcador y número.
Para el complemento no cambió la historia, el encuentro estuvo planchado hasta que Lama se empezó a despertar.
Cuando parecía que se metía en el juego nuevamente, el Charrúa amplió el marcador en dos ocasiones, lo que terminó de liquidar al equipo dirigido por Bilbao, que parecía no tener más para dar.
Sobre el final llegó el descuento de Campostrini desde un corner, pero ya era tarde para soñar. Eso sí, el gol quizá servirá para los números más adelante.
Considero a Campostrini como la figura, sólo por el gol, aunque Martínez también entró bien.
El arbitraje fue regular. La mano que derivó en el penal era cobrable y tampoco pasó mucho durante el encuentro”.
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